Antonio
y Ángeles sentían que les habían robado dos veces. La primera, en
junio de 2013, cuando unos ladrones forzaron la puerta de su casa y
les robaron objetos personales valorados en más de 4.000 euros; y la
segunda vez, cuando su aseguradora de toda la vida, Pelayo, se negó
a indemnizarles de una forma justa.
La compañía con la que
mantenían una póliza desde hacía años solo les ofreció una
compensación de 435,90 euros. Pero tras recurrir los afectados a
Óscar Martínez, abogado de Legalcores, el juez fijó un importe de
4.265 euros más
los intereses legales que
Pelayo tendrá que abonar a sus asegurados.
Si
bien la compañía de seguros reconoció como cierto el acceso de
personas extrañas al piso, así como la sustracción de objetos, su
principal argumento para no indemnizar fue que no estaba demostrado
que el acceso a la vivienda se hubiera producido por la fuerza, y por
tanto, no podía considerarse robo como tal, sino hurto. Y para estos
supuestos, la póliza tenía estipulaba una cantidad bastante
inferior.
Según Pelayo, por las condiciones en que se encontraba la
puerta, al piso podría haber accedido personas de confianza, incluso
los hijos de este matrimonio. Algo totalmente falso y carente de
fundamento, dada la pericia con que actualmente actúan muchos cacos
a la hora de abrir y entrar en la vivienda.
Nuestro
abogado Óscar Martínez logró demostrar, y así lo recoge en su
sentencia el juez titular del Juzgado de Primera Instancia número 9
de Sevilla, que el acceso al inmueble se produjo 'con fuerza en las
cosas'. "Bien mediante un sutil forzamiento de la cerradura de
la puerta sin producir daños visibles en ésta, o bien mediante el
empleo de llave falsa, constituida incluso por el empleo de la llave
de dicha vivienda por extraños, o incluso por personal dependiente
infiel que pudiera tener acceso a la misma".
Esta situación,
según figura en la sentencia, se corresponde con el delito descrito
en el artículo 237 del Código Penal, como "apoderamiento de
cosas muebles ajenas con ánimo de lucro y mediante fuerza en las
cosas, o violencia o intimidación en las personas".
A
pesar de que contra la resolución cabe presentar un recurso de
apelación, Pelayo no lo ha hecho y ha aceptado abonar la
indemnización a sus asegurados, fijada por el perito en 4.265 euros.
Después de toda una vida pagando religiosamente su póliza de
seguros y sin apenas haber reclamado nunca nada a Pelayo, nuestros
clientes sienten restituída, al menos en parte, la pérdida que
sufrieron en junio de 2013.
Desde
Legalcores siempre os animamos a presentar una denuncia contra la
empresa o entidad que no responda ante lo acordado o que no respete
vuestros derechos. Este caso demuestra que merece la pena la espera y
que el apoyo y asesoramiento profesional de nuestros abogados siempre
da buenos resultados y logra el beneficio más justo para nuestros
clientes. Si te encuentras en una situación similar, no dudes en
consultarnos. Confía en nosotros!
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