Es
evidente que con la crisis económica, de la que a duras penas
estamos saliendo, el nivel económico de la población en general ha
experimentado un notable descenso. Esto provoca que la indemnización
recibida por lesiones producidas en accidentes de tráfico sea
esperada por muchas personas, y sus familias, como agua de mayo.
Las
compañías aseguradoras son lógicamente conscientes de esta
realidad, y la usan en su beneficio para reducir el coste de los
desembolsos que deben realizar por pago de las indemnizaciones.
De esta forma, con mucha frecuencia, se muestran muy reacias a ofrecer cantidad alguna de forma inmediata a la valoración de las lesiones. Conscientemente, retardan los procedimientos y sus tramitadores no contestan a las llamadas, correos electrónicos, faxes, o mensajes de texto o voz que los abogados les dejamos para intentar llegar a un acuerdo amistoso extrajudicial.
De esta forma, con mucha frecuencia, se muestran muy reacias a ofrecer cantidad alguna de forma inmediata a la valoración de las lesiones. Conscientemente, retardan los procedimientos y sus tramitadores no contestan a las llamadas, correos electrónicos, faxes, o mensajes de texto o voz que los abogados les dejamos para intentar llegar a un acuerdo amistoso extrajudicial.
Con
esta táctica consiguen que los clientes se pongan nerviosos,
desconfíen de las gestiones que está realizando su abogado, y en
definitiva, logran que surja en ellos la ansiedad por cobrar la
indemnización de forma rápida.
Una vez que nace esta ansiedad, es
cuando la compañía aseguradora ofrece en efecto una cantidad que
normalmente está muy por debajo de lo que en justicia les
correspondería por las lesiones que han sufrido. Y en bastantes
ocasiones los clientes la aceptan en contra de nuestro consejo.
Por
tanto, hoy en día más que nunca, la paciencia es una virtud muy
necesaria a la hora de reclamar la indemnización que en justicia
corresponde.
En consecuencia, si quiere usted una indemnización justa y adecuada, recuerde: MANTENGA LA CALMA Y CONFÍE EN SU ABOGADO.
David Rodríguez Suárez, abogado de Legalcores y Deviat.
En consecuencia, si quiere usted una indemnización justa y adecuada, recuerde: MANTENGA LA CALMA Y CONFÍE EN SU ABOGADO.
David Rodríguez Suárez, abogado de Legalcores y Deviat.